Gerencia y Ética
El despido de Alberto Federico Ravell como Director General del canal de noticias Globovisión, la cantidad de rumores que antecedieron a su salida, generados básicamente por él mismo desde twitter y sus estrategas de campaña, así como la rueda de prensa que realizó el pasado jueves 18 de febrero, dejaron en evidencia las apetencias políticas de Alberto Federico Ravell y es lo que me lleva nuevamente a tocar el tema de la gerencia y la ética en un medio de comunicación masivo.
Desde hace mucho tiempo a una cantidad de personas de las filas de la oposición les preocupaba la postura de partido político que asumía Globovisión y el mal uso y abuso de la pantalla que ejercía su Director General, la verdad él pretendió y hasta lo logró en muchas oportunidades, ser factor decisivo dentro de las organizaciones políticas del país, en querer erigirse como el elector de Alcaldes y Gobernadores que forman su círculo intimo y político: yendo más allá en el tiempo, fue uno de los que formaron la matriz de opinión junto a Acción Democrática para la abstención en las últimas elecciones legislativas, es fácil recordar que partidos políticos como Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo estaban opuestos a dicha estrategia abstencionista y fueron obligados por la matriz de opinión que ejecutó Ravell junto con las anclas de programas transmitidos por el canal que él dirigió.
Ravell como otros lo han realizado en el pasado, rompió las reglas de gerencia y ética en el manejo de un medio de comunicación, y sobre todo de un medio masivo como lo es la televisión, aquí les pregunto para contextualizar ¿Ustedes han visto en pantalla al Director de CNN, de ABC, de la BBC, de RCN para nombrar algo más cercano al trópico?, estoy seguro que la respuesta es negativa.
Esa distorsión sólo sucede en nuestra Venezuela, claro, nos escudamos y hasta justificábamos con que Esteban acabó con el canal del estado, se adueñó de una inmensa cantidad de medios para ensalzar su personalidad megalómana, con esto se justificaba entonces, que AFR tenía que salir a defendernos, que él, como no existían dirigentes políticos, él tenía que salir a sustituirlos, menos mal que aquella famosa arenga de Esteban justificando a los ladrones, la carencia y la destrucción de del TSJ ,de los tribunales, en general, de la ausencia de castigo a los malhechores, gracias a Dios, no nos ha servido de justificación a la sociedad civil para convertirnos en ladrones.
Después de la rueda de prensa de AFR quedó confirmado su verdadero leitmotiv, ya no es una especulación maléfica, Ravell se quiere dedicar a la política, Ravell no quiere ser candidato a Diputado, él desde Globovisión se erigió mucho más que eso, el quiere competir para el 2012 gracias al apalancamiento que usó del medio de comunicación que el manejaba. Posiblemente será nuestro candidato, pero todos esperamos que eso se dilucide en unas primarias, hay muchos dirigentes de estudio de televisión como quedó demostrado en las pasadas elecciones regionales, bates quebrados como el que Kiko nos llevó en una de esas Buenas Noche a su amigo (dicho por Kiko) Leopoldo Puchi, ese estratega, que junto a un tal Salas y Mujica llevaron al MAS a ser un satélite de Esteban.
Guillermo Zuloaga quien siempre ha tenido el control accionario de Globovisión (80%), le toca una tarea muy difícil, al dueño del barco desde hace tiempo estoy seguro quería cambiar al capitán, pero las contundencias de los hechos y las tormentas ficticias que creaba su capitán con esa viveza y destreza que lo caracterizan, hicieron aplazar mes a mes dicha decisión, lo que Guillermo temía hace tiempo le tocó de todas formas, ahora su amigo, su hermano del alma, como dice Ravell de Mezerhane, le deja en entredicho su posición opositora a este remedo de gobierno.
Guillermo es un empresario como pocos: serio, honesto y decente. Ahora debe hacer que ese barco insigne que es Globovisión consiga el equilibrio. Permítanme aclararles a los lectores lo que para mí es equilibrio, lo primero que debemos diferenciar, es del término que nos quiere vender VV en sus promociones, por lo tanto no me refiero el servilismo propio del Zar de las comunicaciones, ocultando las verdades del régimen, porque si de algo le es muy difícil a cualquier medio de comunicación es mantener el equilibrio ante un gobierno fascista, irrespetuoso de las leyes, abusador, facineroso. Equilibrio es el respeto a la legalidad democrática, es el saberse que como medio de comunicación es juez y árbitro de los hechos sociales y noticiosos que ocurren en el país, a eso me refiero cuando digo que a GZ le toca un difícil camino, debe reeducar a su gente empezando por la gerencia y terminando por las anclas de los programas de opinión. Es volver hacer que la ética, el profesionalismo prevalezca sobre los intereses personales, usual es en la televisión, que profesionales del periodismo, analistas políticos, al aparecer en pantalla lleguen a sufrir del vedetismo que sufren los actores de las novelas, ese reconocimiento en la calle, ese autógrafo tarde o temprano a la gran mayoría los convierte en artistas y sentirse en irremplazables, pero para eso, debe estar el director del canal.
Si ponemos en una balanza a Globovisión hasta la presente fecha han sido mucho más los éxitos que los fracasos, eso hay que reconocérselo al capitán del barco que fue AFR hasta la fecha, pero tampoco es él, el único que sabe de televisión, ni es en el único que recae el virtuosismo de ser opositor al régimen, pero como todo capitán de barco, los errores, las aventuras, los riesgos, son del capitán y no del dueño de la nave.
En su rueda de prensa AFR se erigió como el único opositor que existía en Globovisión con esa imitación chimba de Esteban “por ahora los objetivos se lograron”, o sea que Globovisión no fue comprada por el gobierno gracias a su astucia.
Lo que nos interesa a los venezolanos es que Guillermo Zuloaga sigue siendo el dueño del barco. Hay que reconocer que los aciertos de Ravell en estos 15 años beneficiaron al accionista, sus desaciertos también lo perjudicaron. Zuloaga tiene el derecho como accionista mayoritario cambiar al Director Ejecutivo del canal, a Ravell se le pidió la renuncia, él no renunció por estar en desacuerdo con el Presidente del canal, Ravell usó y abusó de su cargo como Director General de un medio televisivo, usó a sus trabajadores, a su gente y a miles de venezolanos ingenuos.
Ravell no es mejor ni peor oposicionista que Zuloaga, de quien escribe o de los millones de venezolanos que estamos en total desacuerdo con este remedo de democracia, ahora Ravell está donde debió haber estado hace mucho tiempo, ejerciendo la política como político de oficio y habrá que desearle las mejor de las suertes.
Doroteo Flores
Caracas 21 de febrero 2010
Nota: Este artículo es publicado en la página web de Analitica.com
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