martes, 24 de noviembre de 2009

Una lumpia más


Alguien me comentó en relación a mi artículo denominado “la desesperanza” –si me había fumado una lumpia al escribirlo, dónde íbamos a conseguir ese tipo de líder con esas cualidades éticas, que ese no existe, ni existirá; al releerlo me puse a pensar de porqué no tener esas ilusiones y creer, que es posible. Si es necesario fumarse una lumpia para ilusionar con una Venezuela mejor, pues bien, vamos a darle. Y en esta otra lumpia que hoy me fumo, quisiera pensar en el papel de los medios de comunicación en ese nuevo gobierno provisional que nos tocará en el 2010 o en esa VI república del 2013.
Lo primero que me imagino, es que nuestros líderes llamarían a los dueños de los medios privados para garantizarles la libertad de expresión, el pleno respeto a las opiniones divergentes, a la denuncia limpia y sustentable. ¡Claro!, ya para ese momento debió de publicarse el decreto donde se le restituye la señal a RCTV, todos sus bienes inmuebles, equipos de trasmisión, así como las indemnizaciones a que hubiere lugar.
En dicha reunión se les daría a conocer a los dueños de medios radioeléctricos y televisivos la vigencia de la Ley Actual de Telecomunicaciones o Ley Resorte, se les indicaría, sobre todo con énfasis a los canales privados regionales y radios, que la EMPRESA PRIVADA llámese así porque se supone que como institución privada tiene los bienes de capital necesarios para sustentarse, valga la redundancia con dineros privados, y por lo tanto los espacios publicitarios de gobiernos nacionales, regionales y alcaldías y un largo etcétera que quiere indicar que no podrán comprase pautas publicitarias con dineros públicos o de nuestros ingresos petroleros o de los impuestos recabados.
También se les informaría, que estarán prohibidos los espacios o programas a Gobernadores, Alcaldes, Concejales o políticos en roles partidistas, igual que la propaganda política paga o en carácter de donación: esta sólo será financiada de acuerdo a lo que disponga la Ley electoral y de partidos.
Se les informará que quedará prohibida la publicidad o propaganda de los Estados; en prensa, vallas o panfletos etc., en que se use los símbolos del estado con la carota del descarado de turno que administra los bienes nacionales, regionales o municipales.
Las concesiones de los medios radioeléctricos, serán asignadas a los sujetos de personas naturales, con carácter hereditario; la venta de la participación personal de un medio de comunicación producto de una concesión o habilitación, generará los impuestos del 50% del valor negociado, previa aprobación del Consejo de Responsabilidad Social o Consultivo, y se requerirá de una mayoría del 75% de los integrantes de dicho Consejo. Las concesiones serán otorgadas por el Consejo Consultivo una vez escuchada la factibilidad técnica emitida por Conatel y no quedando en potestad del gobernante de turno.
Las empresas de medios de comunicación escrita o eléctrica deberán dar a conocer en forma pública y ante el Ministerio respectivo los nombres de los accionistas, de la junta directiva y ejecutivos. La ley electoral deberá impedir que dichos miembros puedan participar en cualquier elección para cargos públicos sin por los menos estar desvinculado del medio con un mínimo de diez años.
En atención al párrafo anterior se les solicitará a los medios de comunicación que se abstengan de hacer entrevistas, difusión de cualquier directivo o propietarios en sus propias empresas comunicacionales.
Válgame un recuerdo para contarles una anécdota que me pasó en la década de los ochenta con ese veterano de la televisión llamado Don Enrique Cusco, en ese entonces era yo un ejecutivo principiante en la televisión y él Gerente General de Venevisión y me dijo: “El día que aparezcas en esa pantalla (indicándome el televisor de su oficina), ese día, mejor será que te metas a artista, conductor de programa, reportero, político, lo que quieras, porque ese mismo día te saco como ejecutivo del canal”.
Y así de sencillo, debe ser un principio ético para los dueños y la gerencia de cualquier medio de comunicación.
En esa reunión del futuro, se les informará a los representantes de los medios, los nombre de los integrantes del Consejo de Responsabilidad Social o Consultivo, adscrito a Conatel, los cuales deberán ser gentes destacadas del pensamiento, la educación y las artes de este país. Responsables: de velar por una buena televisión pública y privada. Se incitará a los medios privados dar su aporte con la nueva sociedad que tendrá que formarse en los años subsiguientes, dejando de competir con lo chabacano: La competencia entre ellos deberá estar regida por los altos principios, con lo mejor de la cultura, la educación y las buenas costumbres. Sí el populismo es malo y dañino en manos de un político, no es otra cosa diferente en un medio de comunicación; éste deberá ser uno de los cambios fundamentales en los medios masivos, que deberá impedir a toda costa, que otra tragedia como la que estamos viviendo, no nos vuelva a suceder.
Se les informará la decisión del ejecutivo de cerrar los medios del Estado Venezolano en forma provisional hasta que se haya realizado su nueva restructuración, se decretará la autonomía de estos con respecto al gobierno nacional. Igualmente se procederá a suspender todas las transmisiones de radios y televisoras comunitarias hasta el análisis de su auto-sustentación.
Se restringirán los alcances de frecuencias de televisoras y radios denominadas regionales para los Estados en que tengan sus sedes o máster centrales.
Al finalizar dicha reunión se condecorará con la Orden de Libertador a los propietarios y ejecutivos de RCTV, Globovisión, TV Guayana y a diferentes reporteros y periodistas que con su valiente actitud fueron fundamentales para el restablecimiento de la democracia en Venezuela.
Doroteo Flores
Caracas, 25 de noviembre 2009.

miércoles, 11 de noviembre de 2009


La desesperanza

Los venezolanos de todos los colores y estratos están sumergidos en la desesperanza, al hablar con el vendedor del abasto, el frutero de la calle, el taxista, el bombero de la gasolinera, el del mercado popular, el motorizado que te lleva una encomienda, se consigue uno con la queja: de la inseguridad, el caos de los centros asistenciales, el caos hospitalario, el ir de farmacia en farmacia buscando el medicamento tal o cual, la suciedad de las ciudades, la falta de servicio eléctrico, de agua, la inflación que te ha corroído la capacidad adquisitiva. Los sectores populares están acorralados por el hampa, el crimen, la matraca de los cuerpos policiales, el peaje que deben pagar a los malandros para subir a sus ranchos.
La clase media se ha empequeñecido entre los que se van del país como única posibilidad de huir del desastre del desempleo, la inseguridad y la amenaza diaria que la somete el huésped de palacio, los menos aspiran sacar a sus hijos para otros lares; los profesionales se encuentran acorralados entre defender su estatus de vida y la falta de futuro que ofrece un país vuelto pedazos por el odio y el discurso politiquero de la clase gobernante y la falta de alternativas que ofrece el liderazgo opositor.
Esta etapa de desesperanza la cursamos ya en la década de los 90, dejo a la experiencia de cada quien la calificación de cuál ha sido la peor: En esa década conocimos en un madrugonazo la existencia de Hugo Rafael y de la noche a la mañana nos enteramos que los militares estaban descontentos, que Pérez el más popular de nuestros presi, estaba bailando en un tusero, que en hombros de un chiripero llegó un septuagenario a Miraflores; que una chica, de la noche más linda como esta, encabezaba las encuestas con más del 50% de popularidad y con posibilidades de alcanzar tan digna magistratura, de la noche a la mañana el golpista gana las elecciones, asume el poder político y omnímodo de Venezuela y prácticamente desaparecen las dos organizaciones partidistas más importante del siglo XX.
Amigo lectores, en el corto párrafo de arriba, les describo lo que le puede pasar a un pueblo cuando le entra la desesperanza, o sea, nos puede pasar de todo. El hombre o mujer menos conocido de repente se nos vuelva nuestro resucitador, el Teniente Coronel golpista, llegó con un discurso de encantador de serpientes, prometiendo castigo para los adecos, villas y castillos para los pobres, La Casona para los niños de las calles, los aviones de PDSA para cubrir las rutas populares, su palacio de Miraflores para la universidad, los corruptos en las cárceles…y paremos de contar, en resumen: lo único que nos ha creado, es más hambre, más pobres, mas desempleo, más corruptos (boliburgueses), caos jurídico, más deuda, mas desigualdades y una inmensa desesperanza.
En esta enfermedad que agobia a los venezolanos todo puede ser posible, todo puede ocurrir; desde un triquitraque, una asonada, un madrugonazo y hasta la contienda electoral. Ninguno de estos escenarios puede ser descartado. El líder de la nueva república todavía no ha aparecido, ni en las focas que conforma la dirigencia gubernamental, ni en el revoltillo de dirigentes que componen la oposición.
Cuando aparezca, estoy seguro será de fácil reconocimiento, nos deberá hablar de futuro y para eso nos tiene que hablar de una cruzada ética, nos debe demostrar con el ejemplo que no estará dispuesto hacer pacto con el primer bucanero que se le aparezca, con la primera cámara que lo retrate, deberá prometernos cárcel para todos aquellos corruptos que desde cualquier posición de gobierno hayan asaltado el erario público, sean rojos, rojitos, azules, azulitos, amarillos, blanquitos etc., y sobre todo, cárcel para aquellos que han violado los derechos humanos, también deberá prometernos castigos ejemplarizantes para aquellos empresarios que hayan sobornado al empleado público, que hayan birlado a sus trabajadores, que hayan violado los derechos humanos; lamentablemente la realidad, es que desde la empresa privada también hay quienes violan estos derechos.
Deberá prometer un sistema de justicia igualitario, justo, apegado a la letra estricta de la ley, deberá haber jueces sin rostro, para juzgar a los servidores de la justicia que llenan sus arcas bancarias con decisiones amañadas para proteger a los vagabundos de cuello blanco y para aquellos delitos como el narcotráfico, la guerrilla y el funcionario público deshonesto.
Deberá prometer libertad en todos los ámbitos de la vida nacional, en el económico, en el político, en el respeto a la otra opinión; pero a su vez deberá forjar un gobierno de una voluntad implacable para perseguir a todo aquel que desde su ámbito viole la ley.
La ética deberá estar en función de los desvalidos, de los sin casas, de la gente de los ranchos, del que menos tiene. La economía tiene que girar en función de hacer que Venezuela tenga la más grande y poderosa clase media, que el índice de pobreza sea el menor de América latina.
Venezuela en esta menguada hora necesita de alguien que la rescate, de un virtuoso, que con su ejemplo se ponga por arriba de todos, que con su fuerza moral ponga orden en este bochinche.

Doroteo Flores
Caracas, 11 de noviembre de 2009.